Y es que me encontraba harto de lo mismo, de reunirme con los otros día a día, siguiendo la existencia vacía, que decidí partir hacia la oscuridad.
En el eterno olvido de lo existente, donde nadie escucha mis lamentos, donde nadie habla conmigo, donde nadie me ve.
Donde la nada y yo, somos uno solo.
Donde puedo descansar.
Y es por eso que te he escogido a tí, oh Luna, sí, serás mi morada para el descanso eterno, donde la oscuridad de tu otra cara me arrope y me reciba; y así dormir en la eternidad.Por Antropófago