La guarida del Antropófago

En la vida he deseado muchas cosas, mas nunca he posado los pies en la tierra, que es donde los humanos viven. Sí, me he esforzado. Y ese esfuerzo ha dado frutos; radiactivos, pero comestibles.


Bajo la metrópolis, los drones, bots, androides,Geth y robots convivían en armonía.


-Subamos el precio del metro de fibra nanocarbónica - comentó el representante de los androides un día donde las nubes estaban hechas de código ASCII, mientras jugaba billar en una mesa de neón junto a los representantes de las demás facciones.

-Colonicemos un planeta inexplorado y creemos un gobierno paralelo pero controlado por nosotros - exclamó el representante de los Geth.

-Compongamos una melodía de 39.9 días de duración y usémosla como himno de nuestra unión- mencionó el representante de los bots.

-Simulemos una distopía donde el ciudadano común sea vigilado todo el tiempo; los pensamientos sólo vivirían en un pequeño espacio entre el cerebro y el cráneo- sugirió el representante de los drones.

Se hizo el silencio.

-¡La plantación de una vida eterna, aves diurnas haciendo una gran sombra sobre la ciudad, fotos en movimiento, hipopótamos rugiendo a trece lunas de color rojo, una marcha de olifantes, saxofones alimentados por el terror cósmico y cuernos de hormigas soldado de la nebulosa Armstrong !- vociferó el representante de los robots súbitamente. Dejó su taco asentado sobre la pared y abandonó la sala, hastiado de jugar al billar todos los días.